Para asegurar los derechos humanos  de todos los miembros de nuestras comunidades, necesitamos una nueva manera de pensar para la justicia de los inmigrantes, una que ponga fin a las divisiones sin sentido de inmigrantes "buenos contra malos" y reconozca que todas las comunidades merecen dignidad, reparación y no más criminalización.

Nuestra comunidad de voluntarios ha hecho posible que podamos ayudar a familias e individuos indocumentados, refugiados y solicitantes de asilo.